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Los remanentes de Grace, que entró como huracán a México este sábado dejando al menos ocho muertos, se disipaban en el oeste del país pero con potencial de volver a formar un ciclón tropical en el Pacífico.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) emitió su último boletín para este fenómeno, que a las 21h00 GMT ya se había degradado a perturbación tropical con vientos de 35 km/h.

Sin embargo, la Comisión Nacional del Agua de México advirtió que continuarán las fuertes lluvias y que el domingo la nubosidad de Grace ingresará al Pacífico "con posibilidad de desarrollarse a ciclón tropical" frente a las costas de Jalisco (oeste).

En Veracruz (este), el gobierno confirmó al menos ocho muertos por Grace, que ingresó a primera hora por el municipio de Tecolutla como un huracán categoría 3 en la escala de Saffir-Simpson (de 5), con vientos superiores a los 200 km/h.

"La tierra se estaba cayendo"


"Lamentablemente tenemos siete decesos" en la capital estatal Xalapa y uno más en la ciudad de Poza Rica, dijo en rueda de prensa Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz.

Detalló que el mayor número de víctimas se registró en una zona de Xalapa, donde una ladera se derrumbó sobre una pequeña casa. "Tenemos aquí el deceso de seis personas, la madre y los menores", dijo.

Con la mirada pérdida y la voz quebrada, Adán Moreno, el padre de la familia fallecida, recuerda cuando, ante sus ojos, su humilde casa hecha de materiales frágiles quedó aplastada.

"Ya me iba a ir para trabajar. Escuché un golpe en la lámina (del techo) y salí a ver. Escuché que la tierra se estaba cayendo (...) y se deslavó el cerro y ahí se quedaron abajo todos, mi esposa y mis seis niños", dijo a la AFP.